“Una viejecita que sola vivía siempre deseaba tener compañía y todas las noches, muy triste y marchita se sentaba a hilar, esperando visita. Ella hilaba e hilaba y esperaba y esperaba, pero la visita no llegaba”.
Así comienza este divertido cuento rimado, en medio del bosque y con un monstruo a las puertas. Una historia acumulativa de misterio, y mucho suspense… Una historia sobre extrañas amistades, con un sorprendente final.
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